Criatura salvaje

¡AAAAAAAAAAAAAAAH! Quiero gritar al viento sin que los demás me miren mal por expresar como me siento.
Toda sociedad se rige por una serie de pautas que dirigen el devenir de las relaciones entre sus individuos. La sociedad a la que pertenezco es experta en mantener y desarrollar pautas absurdas e injustas que hacen sufrir a unos y regocijarse de satisfacción a otros con este sufrimiento.

No soy bueno, nunca he ante-puesto el bien ajeno a mi propio bien, no soy de los que arriesgarían su vida por salvar a un desconocido, no soy un héroe, pero me gustaría pensar que sí lo haría si se tratase de alguien a quién quisiese, alguien importante para mí, un vínculo fuerte en mi vida; aunque no me atrevo a asegurarlo, cosa de escépticos...

Al parecer estoy compuesto de muchos defectos y unas pocas virtudes. Para mí, ambas son solo características, propiedades con los valores que me definen, sin ser unas superiores a otras.
Hay una característica en concreto que me causa problemas. Cuando no tengo nada que decir, ¡callo!. Cuando creo que mis palabras pueden causar dolor, ¡callo!. Solo hablo si lo creo conveniente, pero a veces, cuando me percato de que mi silencio le es incómodo a los demás, intento hablar, y como toda acción sin interés ni objetivo, fracaso en el intento.
Esta característica a la que muchos de los que me rodean, por no decir todos, llaman defecto; ha conseguido que me etiqueten de carente de interés, arrogante, hostil, e incluso de mala persona, y todo esto sin tan siquiera conocerme. Está visto que llevamos en la sangre eso de temer a lo que desconocemos, ¿o tal vez sea en la tinta?

Es curioso lo importante que es la forma en nuestra sociedad, a diario se ven injusticias por doquier, y muchas veces, hasta tropiezas con sus causantes, y lejos de condenarles o tan siquiera señalarles con el dedo, la muchedumbre aplaude su "cercanía", su "don de gentes", su "sinceridad". En definitiva, nos fijamos más en la forma que en el contenido, y esto sirve de combustible para el círculo vicioso que esclaviza a la gente a palabras que desconocen y cuyos significados ya han sido devaluados por su propio combustible.

Hoy quiero decir como me siento, y no lo voy a decir con palabras, si no como mejor me expreso.
Hoy quiero gritar: ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!